Zona de conflicto

Venezuela, sociedad mediática y comunidad política. Antagonismos y atolladeros. Ciudad y utopía. Un espacio para cruzarse con los unos y con los otros...

4/12/2004

Carta de Mr Gris sobre la capital atrincherada

Héctor Bujanda
I
Gris sospecha que Caracas siempre será un mensaje indescifrable. Los psicoanalistas harían una fiesta de novedades a partir de todas las ficciones y fantasías que construimos, que vendemos e intercambiamos para mantener nuestro precario “reino de barajitas”. Un gris sabe cuán insondable y abismal es la capital, más allá de sus contrastes feroces y sus itinerarios precisos. Gris adquirió desde muy temprano una conciencia compartida por muchos caraqueños: el cambio de paisaje, el tránsito vertiginoso de la Gran Venezuela a la Venezuela del colapso y la crisis permanente. Desde entonces, gris porta una memoria similar a la del inmigrante. Aunque camina la ciudad, y la recorre una y otra vez, jamás termina de hacerla suya. Tan cambiante, tan irreconocible se ha hecho, que hemos terminado por convertirnos en verdaderos extranjeros en nuestra propia ciudad. Benjamin tenía razón: las ciudades son la tierra de los desterrados.

II
Una clave. Gris considera que existe una diferencia abismal entre vivir en una casa residencial en Las Acacias, por ejemplo, y la vida que se hace en un bloque en los Jardines de El Valle. El paso de un lugar a otro le hizo comprender, desde muy joven, que el contacto con otra gente y otra realidad termina por llenar la cabeza de mensajes y gestos indescifrables. De allí nace su condición principal: gris es un sujeto abocado a la traducción permanente de las claves que mandan “en su zona”, “en su barrio”. Y entiende que en tiempos de radicalidad política, esas voces indescifrables –del este y el oeste de la ciudad— son instrumentalizadas y vendidas descaradamente como ominosas amenazas.
III
Gris tiene una certeza dolorosa: entiende que en definitiva sólo hablamos un lenguaje, y ese lenguaje no nos pertenece, está hecho por los otros, por sus ademanes, por sus amenazas, por sus pasiones indescriptibles. Por más que gris intenta capturar la esencia del bloque, la vastedad del barrio que acecha, o del conjunto residencial que se aísla (su trapicheo, sus deseos, la comunidad imposible), algo lo condena a vagar en el sitio hueco de todo extranjero. Sabe que los muros, imaginarios y concretos, están en cada esquina, en cada rincón, en cada puerta y ventana. A veces toman la forma de un arma automática que se lleva debajo del brazo. Pero gris tiene algo que defender en esta vida: la condición de extranjero en su propia ciudad. Por eso enaltece su mirada siempre en asombro, su curiosidad infinita. Todo gris que se precie, en nombre de una gesta imposible por conseguir el lugar –su lugar--, ha cruzado las fronteras más extra-vagantes: ha subido de madrugada el cerro Zamora en busca de una botella de anís, ha visto el atardecer desde la cima de Los Frailes en Catia, ha amanecido en rumbas dentro del Country Club y ha pasado las innumerables alcabalas para llegar a una quinta de Terrazas del Club Hípico.
IV
Un extranjero en su propia ciudad, como todo gris, empieza a comprender que allí radica su verdadera potencia ética y política en tiempos tripartitos: entiende como nadie los intersticios, las bandas, la gama de colores que va tomando la calle. Y sólo tiene un instinto que ofrecer: neutralizar la violencia que ahorca, la que deja a muchos blancos y negros con un mosquero en la boca. La supervivencia de gris es su principal capital en la ciudad de los radicalismos y los prejuicios clasistas. Por eso entiende que hay un mundo fascinante más allá del mensaje político y de la construcción mediática: el mundo de la calle con todos su bemoles, con todos sus acertijos y peligros.
V
Gris quisiera que los políticos se portaran como terapeutas. Entiende que la calle ha sido codificada definitivamente, y que a las viejas e infranqueables fronteras de multi-lock y puertas eléctricas, le hemos adosado nuevos muros (ideológicos y muy concretos) que costará mucho destruir. Hay, entre las fuerzas tripartitas (chavistas, antichavistas y ni-ni) una diferencia radical en el vocabulario común: la revolución acuñó desde el principio un término para describir su implacable proceso: confrontar, y ha hecho de él un potente camión blindado de repetición automática. El antichavismo ha preferido usar (dado que perdió sus verdaderos nexos con la calle popular y con la política in situ) la coartada reactiva de enfrentar a Chávez. Gris, por el contrario, cree que es tiempo de cambiar la estrategia y aplicar la política con espíritu terapéutico: no queda más que afrontar. Afrontar es aceptar y reconocer que la calle se polarizó, y aún así insistir en la paciente creación de un espacio político común, donde nos representemos la mayor cantidad de venezolanos. Afrontemos sin evasiones ni fantasías el trauma enorme que arrastramos. Después del referéndum, un buen comienzo sería reconocer que la ciudad siempre será un mensaje indescifrable, y que la tarea de mirarla una y otra vez desde todos sus ángulos (de intentar comprenderla, aprehenderla en sus fragmentos contrastantes) será la única manera de mantener viva la ilusión de ganar –a futuro- algún tipo de ciudadanía común.
Barcelona, mayo, 2004

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Vascongadas, zona de conflicto

8:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

gris porque en un mundo de mil colores, de pasiones y codicias, de amores y odios, de generosidad y avaricia, de guerras santas pregunto ¿como pueden ser santas si son guerras?.Gris.
Soy gris, pues estoy y no me ven o no quieren verme, pero estoy y soy y llevo un ramillete de colores para darles. En el alma lo llevo, y el materialismo fanático no lo ve, la locura de millones que vuelve locos a millones y asi dale y dale y no me ven ¡que me van a ver! si no se ven a si mismos.
¿hasta cuando? necios o tontos, con la vara que miden seran medidos. basta ya, basta de creerse dioses, basta de creer lo que no pueden ser. basta de ser blanco o negro.basta de cruzar de un camino a otro.basta ya de ser inteligentes o idiotas.encuentren el equilibrio, pero comiencen por ustedes.Dios pide a gritos equilibrio, el planeta pide a gritos equilibrio, la gente pide a gritos equilibrio.
sean equilibrados, amen, no hablo de pasion, amor equilibrado como el de una madre o padre cuando no dan mas de lo que deben dar.¿quien le abre la boca a su hijo y en vez de darle de comer le pone un embudo y le da y da."si" un loco.
¿estamos tan locos? o en algo estamos fallando.
solo locos podemos ser tan incondicionales. abran los ojos. todo en la vida pide y da, da y pide. es un intercambio constante y continuo. es la vida.
projimo, sen projimo, proximos sean proximos si estan proximos. ¿por que?¿por que se alejan? se aburren no se toleran,¿y si se necesitan, si alguien los necesita, saben ver?se conocen y conocen a su proximo? esperan¿que?una catastrofe para saber quienes son en realidad. y tienen el falso coraje de preguntar¿
Dios,donde está?¿y ustedes donde estan?
ayudame,si no eres gris procura serlo, parte del amor es el equilibrio. comienza por equilibrarte y podremos juntos ayudar al equilibrio de nuestro planeta y podras ver donde esta Dios.
no te pido que cambies de trabajo,k de pqais, cambia tu, mejora tu primero y pide y enseña que el gris tambien existe y sabras lo hermoso que es.sabras que la verdadera felicidad esta en los colores de la vida.mientras tanto el cerebro es gris y agregale amor y conoceras la verdad, la verdad que se perdiono se cuando, no puedo juzgar lo desconocido, solo te dire lo que se, recuerda soy gris.

12:19 a. m.  

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